miércoles, 11 de febrero de 2015

CUANDO LAS MIRADAS SE CRUZAN PUEDE NACER EL AMOR

Hola. Mi nombre es Fiorela y ni siquiera paso de los veinte años. No soy la mujer más bonita y no soy delgada, pero no ha interferido en mis relaciones ni en mi felicidad. Hoy estuve mirando al techo durante un buen rato y se me vino a la mente  ¿A alguien le pasara lo que a mí? ¿Es que esta situación debe suceder, habrá algún lugar donde pueda encontrar cosas similares, relatos o historias sobre esta situación tan tonta? Y después de amores imposibles, chistes y blogs de información vacía encontré éste. Me anime porque se ve interesante.
No prometo que la historia sea la mejor, es una historia temporal, todos tenemos muchas historias a lo largo de la vida, yo tuve todas muy locas pero reales pero esta me está pasando ahora y la explicare lo mejor que pueda.

Este año para mí ha estado lleno de cambios, cambios realmente grandes, pero fuera de ellos me sucedió algo que nunca antes me había pasado, ahora que lo pienso incluso es bastante gracioso. A principios del año empecé la universidad y para ir de mi casa allí lo más normal es ir en bus o como se le dice aquí, en combi. Todo comenzó un día, subí a una combi pequeña, todo era normal, mi recorrido dura casi 40 minutos por lo que siempre llevo audífonos para ver por la ventana y pensar mucho pero no, ese día no sé qué paso pero no lleve nada así que inconscientemente me puse a ver al cobrador de esta combi. Era un tipo de mi tamaño o un poco más, de voz fuerte y de cuerpo normal, su rostro era llamativo, hasta hoy no me he puesto a pensar que edad tendría solo se que esta historia comienza desde que su mirada se cruzó con la mía. No lo miraba porque me gustara solo por distracción, cuando él lo notó quité la mirada un poco tarde y durante el camino nos miramos varias veces, pero lo tomé como una casualidad, ya saben esto pasa con algunas personas pero nadie asegura que lo veras de nuevo. Pero que creen.

Otro día volví a subirme a la combi donde él trabajaba. Sucedió de nuevo, cruzamos las miradas, a la tercera vez que me subí otra vez me di cuenta de que sí, este chico me gustaba. No creo mucho en el destino pero esa tercera vez no fue la última. Hubo cuarta, quinta y así. Empezó a tener sus técnicas para verme disimulando que miraba hacia atrás para ver si una combi de competencia estaba, pero aprovechaba de verme. Yo noté que me miraba por el rabillo del ojo y a veces me armaba de valor para verlo y cruzábamos miradas, pero ¡qué miradas! No sé si les ha sucedido que con cada mirada sientes un choque eléctrico en el cuerpo y es como se dijeran muchas cosas sin decir nada (suelen llamarlo amor a primera vista, pero yo no sé qué era). Se notaba cuando se dirigía a mi como pasajera que su trato era distinto y confirme su actitud cuando una octava vez me senté al frente suyo. No volteó ni una sola vez para atrás para “ver una combi de competencia”. Esa vez estuvimos tan cerca no nos separaban ni 50cm.

Me subí a su combi varias veces, y cuando bajaba pensaba ¿Qué me sucede? ¿Imagino cosas? Aun así empecé a observar cómo era, no miraba de forma sucia a ninguna chica por más “buena” que esté, como cualquier otro haría. De persignaba algunas veces y se notaba que el era un buen chico.

Y así cada vez se hacía como una rutina hasta que simplemente… Lo dejé de ver.

Entonces cada vez que subía a la combi pensaba “¿Dónde estará?” Sabía que no duraría mucho este juego de miradas. Pero que creen empezó a aparecer un cobrador al que no preste atención, era alto blanco y bastante agraciado y desde que lo vi me gusto pero jamás pensé que pasaría algo similar. Un día sólo lo miraba por distracción y ¡pum! Cruzamos miradas y comenzó la situación de nuevo. Esta era diferente, pero se basaba en lo mismo: miradas.

Eran varias las veces que subía a su combi que ya se conocía donde bajaba y antes que yo pudiera decir algo él hacía parar la combi. Su voz era muy graciosa, la semana pasada estaba sentado y cuando me bajé no dejaba de verme pero su mirada se notaba muy enamoradiza. No lo niego, me emocioné, por eso incluso esa noche estaba caminando y me lo crucé y me saludo con un silbido (no de esos silbidos mañosos). Este chico me ha gustado por mucho tiempo porque han pasado cosas electrizantes también.

Todo esto ha sucedido en meses, con decirles que ya es septiembre. ¡Pero apareció! Sí, volvió a aparecer el primero, cuando lo vi después de tanto tiempo han sido como un reencuentro. Nos hemos mirado como un soldado que regresa a la casa de su mujer después de la guerra. Su combi ahora es grande y su truco ha cambiado, ahora voltea y pregunta si alguien bajara en la siguiente esquina, pero no deja de verme. Él también sabe exactamente donde me bajo y también hace parara la combi antes que yo le diga algo. Hace un par de días fue la última vez que lo vi. Esta vez sí me armé de valor para verlo más y esta vez su mirada describía claramente “no me importa nadie de estas 30 personas. Yo sólo te veo a ti” y por dentro estaba que me moría encima, que de fondo estaba la música de café tacuba. Les juro que la situación era como si él y yo estuviéramos solos. Les contaré que soy una persona que no cree mucho en estas cosas y se nota de lejos que él es un chico muy maduro y educado, pero esta situación nos esta trayendo locos. No sabemos que hacer. Siempre que bajaba y caminaba sentía que me veía pero nunca voltee hasta este viernes. Lo hice y sí, mientras la combi desaparecía el me veía.

Entonces, ¿qué paso con el otro? Desapareció y no sé que pasaré si lo vuelvo a ver porque me gustó mucho durante todo el tiempo que creí que no volvería a ver al otro pero sé que el primero es el chico que me trae loca. Si les contara los detalles creo que tendrían una idea de lo ilusionada que estoy por conocerlo. Algo dentro de mí dice que detrás de esta situación hay dos personas que se mueren por estar cerca, dos personas que no saben cómo dar el paso porque no pueden. Y sí, no me fijo mucho en la idea de que sea un cobrador, sé que es buena persona, incluso el segundo chico lo es. No hablaré mucho de este último porque no quiero confundir mis sentimientos.

¿Qué hay de gracioso en esto? Es que desde que comenzó todo esto han habido por detrás cuatro chicos más. Ninguno me llama la atención, pero casualmente también los miré y creo que malinterpretaron las cosas y no dejan de estar al tanto de mí. A ninguno lo veo ni le insinuó nada porque en verdad no quiero nada de ellos, pero cuando les cuento a mis amigas lo que me dicen (ellos son atrevidos) es gracioso. Incluso dicen que tengo algo en los ojos que hipnotiza cobradores de combis y dicen que tengo un Fiorela’s fans club.

No sé su nombre, no se su edad, no sé dónde vive, no sé cuál ha sido su pasado ni cuál es su presente, pero sé que esta atracción es bastante fuerte y quiero que suceda algo más.

Aun no tengo ningún plan, no tengo idea de que hacer para que esto avance, solo he agregado al Facebook a uno de los atrevidos con el fin de sacarle información. Supongo que él debe conocerlos pues todos son de la misma empresa, pero aún no le he hablado. Quisiera saber qué piensan de esta tonta historia. Me ha servido para sacármelo de adentro.

Si tienen alguna idea o algún consejo háganme saber. Gracias si es que alguien se tomó el tiempo de leer todo esto y chauchau.

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